“Edipo Güey”
Cuando un hombre siente gran fascinación por su
madre, e incluso atracción sexual, se le diagnostica con el complejo de Edipo.
Pero Sigmund Freud quizá tendría que explicar otra variante de su teoría si hubiera conocido a Juan Carlos Pereyra, el
diputado local con licencia, al observar cómo este político “macho” utiliza a
su progenitora como alcahueta y mercancía política.
Su “valentía” para maltratar a las mujeres emana por
su condición de cobarde natura, pero también por el manto protector de su amo,
Carlos Joaquín, el medio hermano de Pedro Joaquín Coldwell, quien lo convirtió
en su “cachorro” cuando le cargaba maletas. Sabemos que este tarado colocó su
basura en puestos importantes para burlarse de Quintana Roo: A Edith Mendoza en
la presidencia municipal de Tulum, a Filiberto Martínez “El Enano Farsante” en
Solidaridad; y desde luego a Juan Carlos Pereyra Escudero en la diputación.
Este trío de desgraciados llegaron a esos cargos por ser “Lame escrotos”
profesionales y no por habilidades políticas. Mucho menos por méritos.
Al hundirse el barco de Carlos Joaquín, Edith
Mendoza se fue a la cárcel, Filiberto Martínez busca una diputación para salvar
su asqueroso trasero y Juan Carlos Pereyra desobedeció a su sensei Carlos
Joaquín para seguir su sueño guajiro de alcanzar la presidencia municipal de
Solidaridad.
En Playa del Carmen, a Juan Carlos Pereyra se le
conoce como el “Violento Patiti” por sus acciones agresivas, principalmente
ejercidas contra sus mujeres, quienes lo han abandonado por maltratos. Basta
preguntarle a su ex esposa Karlita ¿por qué lo abandonó? Pero antes de ella,
existe una historia muy similar con otra incauta que también pagó el precio por
relacionarse sentimentalmente con este violento político.
Juan Carlos Pereyra es tan estúpido como impulsivo.
Luego de cometer sus fechorías, sus canalladas, sus vilezas y crímenes, termina
pagando grandes sumas de dinero a sus ex parejas para “censurar” el escándalo
público de sus actos violentos. Aunque no es una cuestión tan privada maltratar
a una mujer, sí toma mayor interés público al tratarse de un diputado que pagó
su campaña, y vive como legislador con los dineros de impuestos.
Sin embargo es otro farsante, engañó a los
ciudadanos durante su campaña proselitista de hace tres años al pedir el voto
de la mano de su entonces esposa, sólo por apariencia de solidez familiar para
ganar adeptos entre los votantes, cuando en realidad su matrimonio estaba hecho
pedazos. Al concluir la campaña de 2010 se divorció inmediatamente. Ya no le
importaba quedar bien ante la opinión pública. Había conseguido su objetivo:
llegar al Congreso de Quintana Roo, y no para ayudar a la gente, sino para
incrementar el “capital” político de su sensei Carlos Joaquín con miras a la
gubernatura de 2016.
Pero como falta mucho tiempo para esa definición
política de sucesión a gobernador, vayamos al presente, y es aquí donde cabe
otra pregunta relacionada con los recursos económicos que mueve de este
“representante popular”: ¿de dónde obtiene tanto dinero para callar a sus dos ex
parejas anteriores y evitar que denuncien las atrocidades que vivieron con él?
Este cuestionamiento puede ser muy relativo, así
que pongamos un referente de las cantidades de dinero que este sujeto maneja.
De acuerdo a la media, un hombre destina del 25 al 33 por ciento de sus
ingresos a su casa, luego entonces la pregunta específicamente al diputado
local con licencia es, ¿si sus primeras quincenas como legislador le alcanzaron
para haberse comprado una casa valuada en 4 millones de pesos en el
fraccionamiento “El Tigrillo”, en Playa del Carmen?
Aquí les dejo una fotografía de su residencia:
La traición y su madre alcahueta: Socios perversos
Cuando las negociaciones políticas se realizaban, el PRI le ofreció una posición
en el cabildo a Juan Carlos Pereyra por disciplinarse y sumarse a la campaña.
Digamos que fue su cuota. Sin pensarlo 2 veces, Edipo güey recomendó a mami.
Desde luego que su jefe político Carlos Joaquín no estuvo de acuerdo, quizá
deseaba esa posición para “alguien más” de su gente, pero el alumno le enseñó a
su “sensei” que aprendió muy bien la lección de que el poder no se comparte, se
ejerce. Y fue así como puso en el escenario a su madre sin importarle la
opinión del “Chespirito”.
Además de violento, “Edipo” Pereyra demostró no
tener vergüenza y tampoco escrúpulos al usar a su madre Maricruz Escudero como
su prestanombres para realizar acciones, incluso de dudosa reputación. Por
ello, no es nada extraordinario ni raro que ahora la utilice como si fuera una
mercancía política al proyectarla como candidata a regidora en vez de alguien
de su equipo de trabajo, o cuadro político. Desde luego que esta acción muy
filial causó gran molestia silenciosa entre sus huestes, quienes sienten
tratados igual que “gatos“, y sin perspectivas de crecimiento.
El subconsciente traicionó a madre e hijo, y
terminaron proyectarse públicamente como socios perversos, sin importarles las
apariencias y burlarse del PRI, su sensei y de la sociedad, porque Juan Carlos
Pereyra sería el secretario general en el próximo ayuntamiento de Solidaridad y
su dulce mami, regidora. Es algo increíble, una joya histórica de nepotismo y
conflicto de intereses. Ya me imagino el día de posesión y a Maricruz Escudero
votando en contra, o cuando menos objetando, la propuesta para secretario del
ayuntamiento, su hijo…
¡Qué bonita familia!
Sin duda, Carlos Joaquín le fue útil a Juan Carlos
Pereyra para enriquecerse y ahora que la cobija de su “sensei” no calienta lo
suficiente simplemente lo traiciona por su supervivencia política. Un traidor,
siempre será traidor, y la pregunta es ¿cuándo traicionará a Mauricio Góngora? Sólo
es cuestión de tiempo.
Juan Carlos Pereyra, responsable directo del accidente
ocurrido en el evento del PRI
No es ninguna novedad constatar la inexperiencia y
torpeza del diputado con licencia, Juan Carlos Pereyra en la operación política.
Cree que ser coordinador general de campaña es únicamente la pose, tener una
oficina para gritarle a los colaboradores priistas que forman parte de las
estructuras y de paso, envalentonarse con las líderes de colonia para
restregarles en la cara que él manda en esta campaña por acuerdos políticos.
Desconozco si su estupidez lo sacudió, al igual que
el viento lo hizo la tarde del sábado pasado cuando un tubo de la estructura
del escenario, en el que subirían los candidatos, lesionó a 2 personas que
fueron hospitalizadas gracias a la inexperiencia de Juan Carlos Pereyra, porque
el “excelso” coordinador de campaña no garantizó la seguridad de los militantes
y simpatizantes priistas en un acto multitudinario.
Por lo visto Juan Carlos Pereyra desconoce que el
coordinador general de campaña es el responsable de todo, incluso afuera de la
oficina o del llamado “WAR ROOM”. Si tienes como excusa el pobre argumento que
el tubo se cayó por el fuerte viento y lluvia que prevaleció el sábado 1 de
junio, entonces te pregunto: Si estás viendo las condiciones climáticas ¿Por
qué no reforzaste las medidas de seguridad de las estructura metálica? Si estás
viendo las condiciones tan adversas del clima ¿por qué no suspendiste el
evento?, o ¿no te importan las personas y por ello las expusiste de esa manera?
Pero eres tan arrogante como imbécil que tu
razonamiento cuadrado te indicó que la agenda se cumple, cuando en todos los
lugares civilizados de la tierra, primero están las medidas de seguridad para
evitar tragedias, y de existir condiciones desfavorables como la ocurrida el
sábado pasado también está la opción de “cancelar” el evento por falta de
garantías con el fin de evitar precisamente lo sucedido el sábado: accidentes.
Hoy demostraste tu torpeza públicamente y no sólo
le fallaste a los priistas de todas las jerarquías, también lo hiciste con los
candidatos, y corroboraste con creces el por qué en el “WAR ROOM” priista de
“pendejo” no te bajan.
Lo que no se vale es que el 7 de junio te digas
estratega, ganador de la campaña y que llevaste al PRI a la victoria. ¡No Juan
Carlos! El Revolucionario Institucional ganará a pesar de ti y tus estupideces,
porque las condiciones están dadas desde la destrucción (legal) de la alianza.
Así que no te pares el cuello. La
victoria es cuestión de días, aunque seas un lastre… un estorbo.
Al principio evoco a Sigmund Freud para explicar el
comportamiento de Juan Carlos Pereyra con el complejo de Edipo Rey, por esa
fascinación que tiene por su madre, que incluso la proyecta como regidora a
pesar del futuro nepotismo y conflicto de intereses, todo sea por tener en su
progenitora un títere a modo para avanzar, según sus cálculos. Su madre le
aportará las quincenas para financiar su “causa”, pero además la usará para presionar
en el cabildo como garante de su negociación política.
Al entender un poco más a este violento personaje
que maltrata mujeres; que la “fascinación” por mami es realmente una sociedad
perversa entre hijo sinvergüenza con la típica madre alcahueta, y no de una
“Yocasta”; descartamos el síndrome de “Edipo”, pero confirmamos que al no tener
pudor político por el nepotismo que está a la vista, confirma su complejo de
rey, entonces llamaré a Juan Carlos Pereyra, “Edipo
Güey”.
www.canal25tulum.com
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