Al descubrirse que el atleta
Mauro Máximo de Jesús exageraba su grado de discapacidad para lograr una
clasificación que no le correspondía y obtener ventaja de ello, no sólo quedó
en evidencia un farsante, sino que se pone en tela de juicio la credibilidad
del deporte paralímpico e incluso del mismo Comité Paralímpico Internacional,
pues durante años ignoró las advertencias que se le hicieron al respecto.
MÉXICO, D.F. (apro).- El Comité Paralímpico Internacional (IPC,
por sus siglas en inglés) reclasificó al atleta mexicano Mauro Máximo de Jesús
de la categoría F53 a la F55, lo cual significa que no participará en el
Campeonato Mundial de Atletismo en Lyon, Francia, pues no alcanza las marcas
mínimas que el organismo solicita para las pruebas de lanzamiento de bala y
jabalina.
La reclasificación de uno de los
deportistas más laureados del país confirma las sospechas de que Mauro Máximo
no competía en la categoría que le correspondía, lo que le permitió obtener
resultados extraordinarios. De paso, pone en entredicho la credibilidad del
deporte paralímpico y del propio IPC, pues a pesar de que en múltiples
ocasiones se le alertó acerca de la condición del mexicano durante años ignoró
el caso.
Del 13 al 16 de junio pasado,
tuvo lugar en Alemania el Grand Prix de Berlín, competencia a la que asistió una
delegación mexicana encabezada por el doctor Eduardo de Garay, médico
clasificador que trabaja para la Conade. Además de Mauro Máximo, también
viajaron otros tres deportistas para que los clasificadores del IPC les
asignaran una categoría que les permitiera participar en el Mundial de
Atletismo que se realizará del 16 al 28 de julio.
A Berlín acudió un panel de siete
clasificadores internacionales que se presentaron en el área de campo para
observar el desempeño de los atletas mexicanos. Ahí también se encontraba Mauro
Máximo entrenando. Su forma de lanzar llamó la atención de los clasificadores,
así que hicieron grabaciones en video. Cuando el multimedallista se percató de
ello terminó su práctica. Se bajó cuidadosamente del banco de lanzamiento
dejándose caer sobre su silla de ruedas y se retiró.
Proceso cuenta con información que indica que la
titular del panel de clasificadores mandó llamar al doctor De Garay a quien de
manera verbal le manifestó que la condición de Mauro Máximo sería revisada en
virtud de que observaron que tenía mucha movilidad, equilibrio, fuerza en el
tronco y piernas. Le informaron que estudiarían las grabaciones, pues tenían la
impresión de que no debía de estar en la categoría F53.
Un día después, por unanimidad,
el panel de clasificadores determinó que la categoría que corresponde a Mauro
Máximo es la F55. Al doctor De Garay se le informó que la notificación oficial
y por escrito se le enviará a la Federación Mexicana de Deportes sobre Silla de
Ruedas (Femedessir) en las próximas semanas.
Esta información la confirmó el
subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade, Othón Díaz. El funcionario
fue informado de la situación que ahora enfrenta Mauro Máximo, quien en cinco
participaciones en Juegos Olímpicos ha ganado siete medallas: cinco en
lanzamiento de bala (bronce en Atlanta 1996, plata en Sídney 2000 y Londres
2012, oro en Atenas 2004 y Beijing 2008) y dos en lanzamiento de jabalina
(plata en Sídney 2000 y bronce en Londres 2012).
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