Shock Blow
Raúl Gamboa
La frustrada Margaretha pelona de Tulúm
Jorge Portilla no es únicamente un mediocre politiquillo de quinta, es también un pobre pendejo aprendiz de espía, al que todo, pero absolutamente todo le sale mal.
Jorge Portilla es tan burdo y tan estúpido que empresarios y políticos de Tulúm revelaron a Ruta Diario que también son víctimas del espionaje de este pelón y que existen, cuando menos, otras 2 grabaciones de ellos que pretendía filtrar.
Shock Blow
Raúl Gamboa
A la vista parece persona seria. Con el trato se ve infantil, digamos imbécil, y en el ejercicio político se comprueba su demencia y comportamiento traidor. Esto por describir amablemente a Jorge Portilla, secretario general del ayuntamiento de Tulúm, quien ya sacó a la luz su mala leche, su desgraciada entraña al mero estilo de la hoy presa y ex presidenta municipal Edith Mendoza. Al igual que esa mala puta, Jorge Portilla es un represor y paranoico. Su obsesión por saber lo que se dice de él le causa tantas ansias incontrolables que sacan a flote su miserable vida, como aprovecharse del hambre y necesidad económica de las personas, al pagar quincenas atrasadas que simulan un bono de trabajo.
También extiende promesas de incluir en la nómina del ayuntamiento de Tulúm –cuando él sea presidente municipal-, a personas que le espíen reporteros, políticos y empresarios. Pide fiado la realización de la labor vil y deshonesta ¡Sin duda es mezquino en potencia!
La grabación filtrada a una estación de radio para crear un escándalo que abonara a favor de él para enfilarse como caballo de hacienda a la presidencia municipal, le resultó a Jorge Portilla un gran tiro que le salió por su asqueroso trasero, algo similar como le pasa en su vida, que todos los negocios de su familia los lleva a la quiebra gracias a su estupidez.
Pero a todo esto ¿quiénes son sus patéticos espías? Hoy se sabe que el empleado que tenía “encubierto” entre los periodistas de Tulúm, de nombre Eduardo Alpuche, su camarógrafo de Canal 30, aceptó grabar de forma traicionera, como actúa su jefe, a sus compañeros no por un bono, no por dinero extra, tampoco por devengar un sueldo específico como vulgar espía, sino por recibir el salario que su jefe Jorge Portilla le debía de 3 quincenas, bajo el argumento de que tendría su paga en una sola emisión, lo que un pobre camarógrafo puede ver junto en pocas ocasiones durante su vida. Así de miserable es Jorge Portilla.
No justifico al camarógrafo, simplemente expongo de cómo es tan miserable el secretario general del ayuntamiento de Tulúm que juega con el hambre de sus trabajadores para “obligarlos” a servirles en labores denostable y perversas para cobrar lo que les corresponde por ley. Pero más allá, Jorge Portilla también invita a las parejas sentimentales (esposas o novias) de reporteros para que le “platiquen” sus movimientos cotidianos, como con quién se reúnen, qué conversan y desde luego, qué hacen como periodistas.
Pero lo lamentable de esto es que no es capaz, siquiera, de ofrecer remuneración, simplemente les dice “cuando yo sea presidente municipal te meto en la nómina”. Quiere todo gratis o a cargo del erario municipal. Este comportamiento es una firma inequívoca de su mentor Filiberto Martínez Méndez, el “Enano Farsante” de Solidaridad, a quien le reporta todo lo que hace como cual cobarde y marica.
Un claro ejemplo de que este calvo sólo tiene pelos de pendejo, es que intentó intimidar a Héctor Valdés, a quien agredió físicamente ante muchos testigos. Le quitó por la fuerza su cámara y le sacó la batería para que no ejerciera su trabajo periodístico, e inmediatamente, el calvo desgraciado marcó al presidente pendejo de Solidaridad, Filiberto Martínez para acusar a Héctor Valdés y demás reporteros: “Fili, te informo…”, mientras se alejaba, según su postura teatral, “digno”, y hoy, Jorge Portilla busca como vil perro a los comunicadores para disculparse por la filtración que hizo contra ellos, pero sin ningún éxito. ¡Lo han mando a chingar a su madre!
Jorge Portilla no es únicamente un mediocre politiquillo de quinta, es también un pobre pendejo aprendiz de espía, al que todo, pero absolutamente todo le sale mal, por ello sería injusto apodarle la Mata Hari de Tulúm, aunque tenga complejo de serlo o parecerse.
A la famosa Mata Hari, además de utilizar sus encantos para infiltrarse y para conocer secretos de Estado del enemigo durante la Primera Guerra Mundial, y no de una localidad de 25 mil habitantes, todo le salía perfecto, incluso, jamás se le comprobó el cargo imputado de espionaje aunque fue ejecutada en el paredón. En cambio, Jorge Portilla es tan burdo y tan estúpido que empresarios y políticos de Tulúm revelaron a Ruta Diario que también son víctimas del espionaje de este pelón y que existen, cuando menos, otras 2 grabaciones de ellos que pretendía filtrar.
Ahora, Jorge Portilla es un ser despreciado y apestado, por ese motivo le marcan distancia porque todos en Tulúm ya saben que pueden ser grabados y espiados por este calvo rufián. Es quizá por esta razón que en una junta del PRI local de Tulúm, efectuada la noche del martes pasado, nadie lo peló y quienes lo saludaron lo hicieron con mucho recelo y por compromiso para no dejarlo con el saludo en la boca. Esa noche lo dejaron aislado y sintió en carne propia el desprecio.
Es tan burdo para el espionaje que ya todos saben que graba las conversaciones, así que por su torpeza sólo le llamaremos por el verdadero nombre de Mata Hari, con el fin de no ofender la memoria de este gran seudónimo del espionaje internacional: Margaretha Geertruida Zelle. Pero como es muy largo y no común para nosotros los quintanarroense, sintetizaremos a Jorge Portilla como la frustrada Margaretha pelona de Tulúm.
La recomendación del día: si ven a Margaretha tengan mucho cuidado que seguramente grabará lo que platiquen.
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Director Carlos Narvaéz
cel 984 119 73 42
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